Un sexto sentido

-Hola! Por fin coincidimos. Como va?

+Hola. Bueno.. no ha cambiado mucho desde esta tarde.- añadió a la vez con una pequeña sonrisa.

-Bueno...- sentían un silencio bastante incómodo.-...Has ligado ya? Por aquí pueden haber muchos afortunados.

+Pues parece que no los habrá. Y tu rompe-corazones?.- comentaba en plan broma.

-Yo rompe-corazones? ja... Que va, igual que siempre. Al final acabaré solo, por una cosa o por otra.

+No lo creo.- le dijo mirandole a los ojos.

-A bueno!!! Si no lo crees tu... que alivio, gracias por decirlo...- Vaciló.

+No de verdad, déjate de tonterias. Yo para estas cosas, a veces, tengo un sexto sentido.

-Y en qué consiste ese sexto sentido?- Curioseó

+Veras.-le miró a los ojos y le confesó.- Cuando a mi me gusta una persona, esa al poco tiempo encuentra a alguien. Y por esa regla de tres que nunca falla, dentro de poco encontraras a alguien. Y quien sabe, puede que este por aquí y sea esta noche, o sea el amor de tu vida...- Quería continuar diciendo supuestos casos para desviar el tema de su confesión, y que él se centrara en que iba a encontrar a alguien. Pero no sabia que más decir, acababa de sincerarse del todo, y estaba algo asustada. Siguieron mirándose, casi atravesándose con la mirada.

-Ahora que lo dices, puede que haya encontrado a alguien. Tienes razón. Es mi dia de suerte, ella es la chica de mis sueños, ella es la única persona que puede hacerme realmente feliz solo estando con ella, enamorarme de su sonrisa y mirarle a los ojos y poder decirle; Te quiero, te quiero a ti.- Y la besó.