De hilos, dientes de león y cristales.

Hay dias de cansancio. Por horas despierta, por ejercicio realizado, por dolor soportado, por saturación e incluso por noticias, a esas a las que te aferras por sus consecuencias. Y dias en los que todo eso se puede juntar. Entonces, acabas derrotada, tu cuerpo responde a la mitad de lo que respondia, tu mente no deja de divagar sobre todas esas cosas que no te hacen bien alguno. Momentos en los que gritas “ que se pare el mundo, que yo me bajo.”

Justo en ese momento es cuando necesitas relajarte, y notas cada gota que se desliza por tu cuerpo. Notas que tus fuerzas se van por el desagüe, ya que esas diminutas y suaves gotas descargan todo lo acumulado. Y es ahi, en esos momentos, en los que te sueles encontrar a ti mismo, o incluso reencontrar. Cuando sientes que ese momento es tuyo, que estas sola y nadie te va a interrumpir. Recuerdas el pasado, intentas entender el presente e imaginas tu futuro.

En ese mismo instante, sin poder remediarlo, no aguantas más. Y empiezan a caer las lágrimas, una detrás de otra, de otra y de otra...de tal forma que crees que nunca antes habias llorado así, como si hubieras acumulado esas lágrimas de hace tanto tiempo ya... Y si, tal vez lo necestibas, lo necesites. Por que hasta la persona más fuerte del mundo, se rompe; hasta la tela más duradera se desilacha; y hasta el hierro que más aguanta se enrobina.

Es entonces cuando te sientes como un hilo, algo frágil que con tan solo tocarlo puedes romper; como un diente de león que por el más minimo suspiro puedes provocar todo un mar de sus pequeñas hojas, o lo que sea que fueren; como figuritas de cristal que tan solo con mirarlas se rompen. Con la debilidad de un recien nacido. Tus musculos ya no responden, van a su bola. Tiemblas mientras estas sentada y caen aquellas gotas sobre ti.

Seguidamente te acuerdas de ellos, de todos ellos. Esos que hacen que te sientas especial, por los que luchas cada dia, y por los que cada mañana te levantas a vivir esta vida. Entonces es cuando agradeces tanto y tanto. Tu dependes de ellos. Porque ellos llenan el vacío que tu misma dejas en ti. Ellos te dan la seguridad que tu no tienes, te dan la confianza que a ti te falta, te quieren como tu nunca te has querido, te sienten, te admiran y te miran de tal forma que... más quisieras que fuera la misma que la del espejo. Sientes que lo que tu eres esta compuesto de ellos.

Pero llega un momento en que tu vacio aun se puede hacer mayor, y por consiguiente el hueco a cubrir también. Y ahora que? Tu no puedes, ellos ya hacen todo lo que esta a su alcance. Es insuficiente? Necesitas más? No tengo la respuesta y tampoco se si la quiero tener, prefiero creer lo que sea, a enfrentarme a la realidad.

Simplemente son esos dias en los que no puedes más, en los que la bolsa donde guardas tantas cosas, explota. No aguanta.

Te levantas, respiras y esperas que todo cambie, que acabe. Y a poder ser , con final feliz. Esperando de nuevo lo inesperable, ser una roca? Un nuevo mundo? A ti misma? A alguien más?...(avc)